Por Juan Carlos Leiva.El Apóstol Bernardo de Quesada Salomón, líder de la Iglesia Apostólica Internacional en Cuba Fuego y Dinámica, hizo un llamado de auxilio a este Centro de Información el pasado 20 de febrero a las 5 de la tarde, pues todos sus feligreses fueron detenidos por fuerzas combinadas de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional, obligados a bajar del camión de pasajeros en que se dirigían a una festividad religiosa y abandonados en el entronque de las carreteras a Santa Cruz del Sur y al Central Azucarero Macareño en la Provincia de Camagüey.
Al continuación, el relato del apóstol Bernardo de Quesada:
"Los hermanos muy molestos se montaron detrás de camiones de cargas que pasaban por allí y todos nos fuimos para la Unidad de la Policía de Santa Cruz del Sur, donde protestamos enérgicamente por este atropello y renovado ataque contra la libertad religiosa en Cuba, más tarde fuimos por todas las calles del poblado hasta las oficinas del Partido Comunista con los mismos reclamos. Pero ni el jefe de esa entidad ni el del Gobierno, Pudieron darnos respuesta alguna, alegando que ellos no sabían nada del asunto.
Finalmente nos montaron en una guagua y nos retornaron, ya de noche, a nuestras casas, pero nos privaron de nuestra participación en la confraternidad que de todas formas se celebró en la Ciudad de Camagüey. Al chofer del camión lo amenazaron severamente y lo atemorizaron para que no vuelva a montarnos jamás, a pesar de que es un auto de pasajero y tiene todos sus documentos en regla.
Son muchos los líderes del Movimiento Apostólico que sufren actos de represión por predicar el Evangelio de Jesús Cristo, los han citado, amenazado, visitado en sus viviendas, vigilados y se les intenta cerrar las casas de Culto o sus Obras.
El gobierno no sólo no nos reconoce sino también nos prohíbe desarrollar nuestra obra, crecer, extendernos por el territorio nacional, predicar de casa en casa, en las calles, plazas y parques públicos y nos niega el derecho a los medios de difusión masiva, tales como la radio, la televisión y la prensa escrita. No permiten absolutamente nada, nos catalogan de ilegales, pero nosotros no queremos ser ilegales.
Es el gobierno el que no ha hecho una Ley que nos permita existir. Por eso, cuando cualquier pastor asume una actitud frontal con las autoridades, una actitud Cristo céntrica y digna, lo rechazan y queda fuera de toda posibilidad, estrangulando su obra y su comunidad.
Yo, en 2003, tuve que inscribir mis iglesias en la denominación Iglesia de la Profecía, pero Caridad Diego, encargada de este asunto en el Comité Central del Partido Comunista, le exigió al presidente de esa Obra que me tenía que expulsar y él lo hizo porque no tuvo principios, no tuvo convicciones y me quitó el estatus.
Luego fui a otra organización, pero el presidente me dijo: ‘no, no me conviene tenerte conmigo, ni a ti, ni a ninguna de tus Iglesias, porque me busco problemas con el gobierno’.
La situación es que no te conceden personalidad jurídica y esto es ilógico, loco, trastornado y va directamente contra la libertad de culto, religión y asociación. Todo esto sucede a pesar de que el Movimiento Apostólico tiene más de 500 iglesias. Hay varias denominaciones dentro de él: la mía tiene más de 50 iglesias, estamos en nueve provincias, con alrededor de 7000 miembros; el Ministerio de Neri Cardoso en Moa con más de 150 Iglesias; el de Jorge Castillo en Guantánamo con unas 26 congregaciones; el del Apóstol Mario Álvarez de San José de las Lajas, en La Habana, con 20 iglesias; y el de Antonio Ortiz del mismo lugar con otro grupo.”
La Iglesia Apostólica Internacional Fuego y Dinámica tiene su sede nacional en el Central Azucarero Macareño, Santa Cruz del Sur, Provincia de Camagüey, Cuba.
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