Centenares de manifestantes, entre los cuales había religiosos, se reunieron en Hamdaniyeh, 35 km al este de Mosul, para exigir que las fuerzas de seguridad protejan a su comunidad, ocho de cuyos miembros han sido asesinados después del 14 de febrero por hombres armados que huyeron, informó un periodista de la AFP.
Los manifestantes piden a las autoridades llevar ante la justicia a los autores de los asesinatos de Mosul (350 km al norte de Bagdad), donde viven entre 15.000 y 20.000 miembros de la minoría cristiana.
Por otro lado, decenas de cristianos, entre ellos el obispo de Bagdad, manifestaron en el centro de la capital para protestar contra los asesinatos, según un periodista de la AFP.
"Que cesen los asesinatos de cristianos", gritaron los manifestantes reunidos en la plaza Ferdous, mostrando banderas iraquíes.
El obispo de Bagdad, Monseñor Shlimune Warduni, reprochó a las autoridades su falta de acción y les pidió garantizar la protección de su comunidad.
El gobierno iraquí anunció el jueves la formación de una comisión de investigación de los asesinatos, e indicó que interrogará a los responsables de los puestos de control cerca a los cuales sucedieron los ataques.
El papa Benedicto XVI expresó su "profundo dolor" después de los asesinatos, según medios de prensa del Vaticano.
En un informe en noviembre, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) había afirmado que las minorías, en especial cristianas, del norte de Irak, eran víctimas colaterales del conflicto entre árabes y kurdos por el control de los territorios disputados y que deben ser protegidos.
A fines de 2008, una campaña de asesinatos y de violencia dejó 40 muertos entre los cristianos, causando el éxodo de Mosul de más de 12.000 miembros de esa comunidad.
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